Liam Baker Hume - Matthew Gray Gubler

**Mary** Vie Oct 01, 2010 6:46 pm

Liam Baker Hume
L, 24 - Estudiante de Química

Hace 24 años los astros se alinearon para que Liam Baker Hume naciese. ¿Dónde? En la misma ciudad de San Francisco en el lugar menos adecuado. Su nacimiento fue anormal, o al menos, no lo más usual teniendo en cuenta que fue a finales del siglo XX en el país más poderoso del mundo contemporáneo. Nació cuando su madre iba a la compra sin tener, en absoluto, planeado romper aguas en medio del Super, donde dio a luz rodeada de gente normal y con uno de los cajeros haciendo de médico y otro de matrona. Liam nació prematuro, con 7 meses, entre llantos y con piernas y brazos delgaditos, apenas pesaba (le pesaron en una de las vásculas para las frutas) 2 kilos y medio. A partir de ese día, un chico fuera de lo normal creció en las... aulas de un Colegio y posteriormente de un Instituto en San Francisco.
De mente increíble, Liam siempre fue un friki de todo aquello que a nadie de su edad le interesaba. Le gustaba la física cuántica y se preguntaba si la piedra filosofal de verdad existía. Temas muy alejados de la realidad de un niño, pero no de uno con la cabeza de Liam.

Nunca fue antisocial, pero sí muy tímido; le cuesta comenzar coversaciones y empezar una relación de cualquier tipo, pero si le tiendes la mano y le ayudas a dar el primer paso, es un chico agradable, que gasta bromas -pesadas también-, con el que da gusto estar y el que hace que los demás se encuentren cómodos con él... menos cuando se lía a hablar de la energía nuclear, Star Wars o la cultura japonesa. En cualquier caso, todos le veían en su momento (algunos aún lo hacen) como un bicho raro, de aspecto desgarbado y temas de conversación un tanto extraños; pero este tipo de perspectivas, aunque estuviesen ahí, también le guardaban gran respeto: era la Inteligencia con patas y no le podían culpar por tener la mente que tenía, le admiraban por ello... aunque lo achacasen a su conocido nacimiento prematuro en un Supermercado.
Nunca le consideraron el típico pringado empanado sin recursos, acobardado que iba encogido por los pasillos. Nuestro hombre, entonces niño y adolescente, siempre fue con la cabeza alta; tal vez demasiado abstraído en ocasiones.

Hubo una temporada en la que Liam era el blanco de algún que otro "experimento social". Era muy influenciable. Sus "amigos", chicos, le intentaban guiar por el "buen camino" dentro del mundo de las chicas; sabían que era tímido y que las mujeres no eran su especialidad. Alcohol, tabaco, drogas... estuvo una temporada metido en los porros, pero vio que por muchos elefantes rosas que se le cruzasen, no le impulsarían hacia el "estrellato" de las expectativas de un sector femenino con demasiados pocos valores como para valorarle a él tal y como verdaderamente era. Por tanto, cansado de todo aquello, consciente de su gran error, dejó la droga y se alejó de ese mundo en el que nunca había encajado y en el que no quería permanecer por más tiempo.
Experiencias como estas hubo unas cuantas más y ha ido madurando con el tiempo, dándose "porrazos": algún que otro arresto por estar en fiestas no autorizadas y un ingreso en el hospital por una paliza que recibió al meterse en una relación de pareja en la que no tenía nada que ver.
Fuera de todo este mundo en la que una imagen era lo importante, volvía a ser el chico que realmente era. El friki, el simpático, el bromista y la mente perfecta. Con las féminas seguía siendo el mismo torpe de siempre; no era un romántico, ni siquiera se le podía tachar de caballero, pero respetaba a sus compañeras y llegaba a pasar muy buenos ratos con ellas, ya fuese bromeando o enseñándoles a tocar la guitarra. Nunca ha tratado a una chica como un objeto sexual, ni siquiera como un objeto a secas. Tampoco ha ido detrás de ellas como un desesperado, porque Liam no es enamoradizo; para él eran compañeras, un ser humano más dentro de aquel universo compuesto por partículas, átomos, cargas y composiciones químicas en el que él se sumía cada noche antes de ir a dormir. Llegó, incluso, a componer una letra sobre la Química y le metió una instrumental del soundtrack de Star Wars. Después lo colgó en su blog personal, donde dejaba caer sus reflexiones sobre la vida, sus tesis sobre la energía nuclear y canciones de verdad que componía en ratos libres, para tocarlas después con el grupo de música que tenía. Sí, grupo de música, rock; Liam tenía muchas cosas que ofrecer pero nadie se molestaba en conocerle del todo. Él, en cambio, era conformista con su realidad y dejaba llegar las cosas.

En sus dos últimos años de instituto tuvo sus roces con chicas, pero solo con una llegó a lo más serio. Liam nunca fue un romántico empalagoso, pero su forma de hablar, su personalidad tan particular y sus detalles un tanto extraños, calaron en algunas chicas. Siempre le ha faltado atractivo físico, por lo que no podía sacar mucho partido de eso, sino que lo sacaba de sus cualidades mentales, su habilidad con la música (les cantaba canciones de vez en cuando) y su forma de ser tan espontánea. En definitiva: lo que habia tenido siempre dentro, pero de lo que nunca se había dado cuenta hasta entonces. Eso sí, nunca dejó de ser el tímido con faceta graciosilla y extremadamente talentosa musicalmente; no se traicionó a si mismo para convertirse en un "ligón" sin corazón.

Acabó el instituto y llegó el momento de entrar a la Universidad. Sus padres, temerosos de un rechazo hacia Liam por entrar en la Universidad con un año menos de lo debido, le propusieron otra cosa: viajar. A donde él quisiese. Fue una gran tentación a la que sucumbió, y un mes después ya se había establecido en un piso en la ciudad de Helsinki; no tenía ni idea de finés, pero aprendió a la fuerza.
Por su viaje, tuvo que dejar su grupo de música, con bastante pena, no quería hacerlo, pero en fin, también quería conocer mundo.
Pasó dos años en Finlandia, donde aprendió snowboard y trabajó como pizzero. Allí tuvo la oportunidad de presenciar algún show en vivo de The Dudesons, un grupo de 4 amigos que se gastaban bromas muy pesadas entre sí, pero que se lo pasaban bien y contagiaban a los espectadores con sus carcajadas. Con los 19 prácticamente recién cumplidos se trasladó a Rusia (le va el frío) y estuvo allí hasta que llegó a los 20, ejerciendo de cartero y pasando un frío inhumano pero igualmente agradable. Después regresó a San Francisco y decidió tomarse otro año sabático para prepararse su acceso a la Universidad de Kings&Queens; nueva e innovadora, justo lo que necesitaba para desarrollar sin problemas sus cualidades, y recomendada por su antigüos profesores de instituto. Sus padres, por supuesto no objetaron nada, conocían a su hijo y sabían que sus decisiones, la mayor parte de las veces, eran correctas.

Empezó con 21 años la carrera de Química. Ahora está en tercer año y pretende especializarse en Química Forense. Sabe hablar ruso y finés a la perfección y chapurrea el japonés (autodidacta). Quiere poner a prueba sus dotes artísticas en Pintura (más bien se apuntó porque le encanta la sensación de tener las manos pringadas de pintura) y dejarse llevar en Teatro, con lo que siempre ha disfrutado por su tendencia a hacer el ganso con sus amigos, llegando a interpretar escenas y diálogos enteros de la saga de Star Wars o animes épicos como Dragon Ball y Full Metal Alchemist. Sus caras y gestos son todo un show.
Reside en un apartamento cuchitril de la ciudad, cercano a la Universidad, que comparte con un amigo.

Curso: 3º

Actividades Extraescolares: Teatro y Pintura

Relaciones: AQUÍ

BSO: A certain romance - Arctic Monkeys

Imagen: Matthew Gray Gubler

Nick : Babilonia.